
No hace ni una semana que comencé mi trabajo y ¡ya estoy cansada! Si, se que no tengo derecho a quejarme, pero son 8 horas seguidas sin parar, todo es nuevo, y cuando entras en un sitio que no conoces, aunque la base sea parecida en cualquier hotel, todos tienen sus peculiaridades, y más en este, que se sigue haciendo todo a la vieja usanza.
Creo que la vida del recepcionista es dura, se trabaja mientras el cliente se divierte...pero trabajamos sin duda, para que el cliente tenga una feliz estancia y se sienta fuera de su casa como en la propia.