Ayer fui a dar un paseo por la playa con la mejor compañía del mundo, que pequeña me siento en esos momentos, parece que todos mis problemas y comidas de tarro se reducen a la mínima expresión y me doy cuenta de que son pequeñas cosas, y que no debo rendirme tan fácilmente ni caer en el mal humor y perder los nervios. Mirar al mar me ayuda a relajarme, concentrarme y quitarle importancia a las cosas que realmente no la tienen, me doy cuenta de lo afortunada que soy, de la gente que me quiere, y de que puedo conseguir cualquier cosa que me proponga, o al menos tengo que intentarlo. Este vídeo me ha encantado, resume en divertidas y tiernas imágenes lo que siento en este momento. Y me digo a mí misma que nunca he de rendirme.
jueves, abril 17, 2008
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2 comentarios:
A veces lo importante no es llegar a conseguir lo que nos proponemos si no ser capaces de proponernos cosas e intentar conseguirlas, el ánimo luchador, la intención, eso vale más y se aprende más de ellos que de cualquier meta a la que hayamos podido llegar nunca.
Besitos, claro que sólo son pequeñas cosas las que nos ponen tristes, vívelas, sin ellas no tendrías una comparación con la que homenajear a esas GRANDES cosas que nos ponen felices.
Más besitos a tí y a ese novio tan estupendo y buena persona que tienes.
Pues a mí la playa me agobia. Bueno, la playa y cualquier sitio muy abierto. Miro al cielo y siento que me voy a caer al vacío. Es muy raro. Tendré vértigo invertido.
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