sábado, mayo 26, 2007
NOS VAMOS DE COMUNION
Mañana es la primera comunión de mi sobrina Arantxa (¿puedo llamarla sobrina, porfavor?, anda dime que sí, anda, anda...). Arantxa o "Cacola" como la llaman en su casa (pues de pequeñita en vez de decir "Cocacola" decía "Cacola") es un amor de niña, tiene solo 8 años pero me encanta la curiosidad por descubrir nuevas cosas que tiene...siempre preguntando que significan palabras que utilizamos los mayores. Amante de los animales, es una niña cariñosa a la que le encanta pintar, su tío tiene una bolsa grande llena entera de sus obras de arte y yo que no hace mucho que la conozco también tengo muchos dibujos de sus mascotas: perros, gatos, sin chan es lo que más le gusta dibujar. A Cacola le encanta ver películas de dibujos y de "amor" donde los protas se dan un beso, le encanta jugar con sus mascotas Toti y Luna, montar a caballo, jugar a "Dirty Dancing" y a "papás y mamás", además como buena virgo, es muy ordenada (como la tía Meli :-P). Por la noche le encanta que le lean un cuento o leerlo a medias un párrafo cada una, cuando le cuento uno a veces improviso frases, sonidos o voces...siempre me pregunta: ¿pero eso lo trae, Meli?, siempre le digo que sí y nunca mira a ver si es verdad que viene escrito, porque se que le gusta. Imagino que para ella mañana es un día importante (para mí lo fue), y aunque no lea esto le deseo que sea mañana y siempre muy feliz. Quiero decirle que cuando estoy baja de ánimos o triste, nada más verla me carga las pilas, me da un subidón de alegría y de buenas vibraciones, cuando me da un abrazo, y me dice que juege con ella, o se pone triste cuando me tengo que ir, o vamos a su casa de pasada y se enfada porque siempre según ella "hacemos igual", me encanta cuando jugamos a las casitas, y me da de comer yogur o biberón, cuando jugamos al parchís y se enfada porque no gana y entonces dice que es porque le hacemos trampas, cuando me pinta con sus pinturitas de niña y me peina, siempre dice estás muy guapa Meli y cuando salgo a la calle y me miro al espejo mare, mare parezco un travelo, jajaja. Gracias por todo esto que me das Arantxa, aunque tú casi no seas consciente de ello, gracias por sentarte encima de mí y acariciar mi pelo mientras me cuentas secretos al oído, gracias por querer a tu tío, le has ayudado y le ayudas mucho en el día a día de los adultos, por todo eso, te queremos infinito Cacolina.
¿FUTURO MELIMOVIL?
Si todo va bien este será mi primer coche..."todo llega en la vida" he oído muchas veces decir, pero aún no puedo creer que la Melitona vaya a tener su propio coche, ¿podré llevarlo bien?, ¿y me llegará el sueldo para mantenerlo?, ¿se me calará cada dos por tres?...quiero dar las gracias a mi madre y a Aique por la gran paciencia y ayuda que me están dando con el tema del coche. El lunes si todo es correcto, Meli ya tiene su buga...ahora a practicar a tope y a buscar donde poder aparcarlo. Estoy tan emocionada y tan nerviosa a la vez, deseadme suerte porfa que la voy a necesitar...para ser conductor de primera, acelera, acelera...
viernes, mayo 25, 2007
AGOTADA
GENTE CON UNA INMENSA CAPACIDAD PARA SER FELIZ
Me quito el sombrero ante los creativos de los anuncios de Coca-Cola, este nuevo que ha salido me parece buenísimo, una vez ya escribí un post sobre la generación de los 80, y este anuncio refleja en parte lo que decía el mismo...me sentí muy identificada al verlo y eso que aún no tengo un cuarto de siglo. Me parece un anuncio divertido, que echa la vista atrás contando cosas que muchos de nosotr@s hemos vivido...me encanta la parte de las "rodilleras y coderas" y eso de que sobrevivimos a las hombreras. El otro día mi sobrina de 8 años arregló el ratón del ordenador, así que cuando dice lo de las clases de ordenador de tu sobrino jajaja... es verídico.
Hace poco estando trabajando en el hotel, cuando una niña se acercó al mostrador, porque no llegaba y me dice: "Señora, me da un caramelo?", jajaja ¿cómo que señora?, vaya trauma. ¡Niña, que te dejo sin caramelo!, ¿Eh?...
Hace poco estando trabajando en el hotel, cuando una niña se acercó al mostrador, porque no llegaba y me dice: "Señora, me da un caramelo?", jajaja ¿cómo que señora?, vaya trauma. ¡Niña, que te dejo sin caramelo!, ¿Eh?...
viernes, mayo 18, 2007
Cada día que pasa me sorprendes más, me doy cuenta de todo lo que me das, tu cariño, tus ojos azules, tu apoyo incondicional. Hoy reparé en el calendario y ya han pasado cinco meses, me ha parecido que el tiempo ha volado y es que cada vez formas más parte de mi vida…tanto que ya no me la imagino sin ti. Gracias por regalarme todos los días tu amor y cariño, por volcarte tanto, por compartir risas y secar mis lágrimas reconfortándome con tus cálidos abrazos. Cuando miro tus ojos azules, sonrío, me siento muy segura a tu lado, tranquila, cuando voy a salir del trabajo y se que estás esperándome, corro alegre hacia ti como una niña pequeña cuando acaba de salir del colegio y sabe que le espera en casa un dulce, ese bombón de chocolate eres tú. Cuando abro los ojos por las noches y estás a mi lado, abrazado a mí, con tu piel tan blanquita y tu pelo rubito…me siento la chica más afortunada del mundo. Porque a veces siento que hablamos con la mirada, porque nunca me sentí tan compenetrada y tan segura. Porque todo el tiempo del día es poco, porque me río mucho a tu lado, porque además eres mi mejor amigo, porque siento cosquillitas en el corazón cuando pienso en ti. TE AMO.
Amor
Incondicional
Amor
Incondicional
Queriéndonos
Una
Eternidad
BE MY BABY
The night we met
I knew I needed you so
And if I had the chance
I'd never let you go
So won't you say you love me
I'll make you so proud of me
We'll make em turn their heads
Every place we go
So won't you please
(chorus)
Be my, be my baby
Be my litlle baby
My one and only baby
Say you'll be my darling
Be my, be my baby
Be my baby now
My one and only baby
wa oh oh oh
I'll make you happy, baby
Just wait and see
For every kiss you give me
I'll give you three
Oh, since the day I saw you
I have been waiting for you
You know I will adore you
Till eternity so won't you please
Be my, be my baby
Be my litlle baby
My one and only baby
Say you'll be my darling
Be my, be my baby
Be my baby now
My one and only baby
wa oh oh oh
EL PROCESO DEL APRENDIZAJE
1. INCONSCIENTEMENTE INCOMPETENTE: "No se que no se". A esto es lo que llaman el "Mundo Disney".
2. CONSCIENTEMENTE INCOMPETENTE: "Se que no se" y por tanto quiero aprender, para ello estudiamos, practicamos, ponemos ganas.
3. CONSCIENTEMENTE COMPETENTE: "Se que se". Con la práctica nos volvemos competentes.
4. INCONSCIENTEMENTE COMPETENTE: "No sabemos que sabemos", hacemos algo inconscientemente, sin darnos cuenta de que las hacemos bien, pues ya la práctica y la preparación ha hecho que sin darnos cuenta de ello nos salga bien de forma ya mecánica.
QUIERO SALIR DE VACACIONES YA
La segunda quincena de junio podré disfrutar de mis vacaciones de verano, y ayer mi chico y yo reservamos ya nuestras vacaciones en Málaga, en un hotelito que parece familiar pero que tienesu piscinita y está al lado de la playa...quiero irme ya de vacaciones...descansar, bañarme en laplayita, visitar sitios bonitos, vagear, disfrutar del relax y las olas en nuestra piel. Yuhuuu!!, vivan las vacaciones!.
Todos los días me parecen igual
quiero salir de vacaciones ya
estoy segura que no voy a reprobar
quiero salir de vacaciones ya.
Los cuadernos a enterrar
la chicharra no escuchar
la tarea un rato olvidar
quiero salir de vacaciones ya.
De la fiesta temprano hay que regresar
quiero salir de vacaciones ya
a la ultima función no me dejan entrar
quiero salir de vacaciones ya.
Que ya me vaya a acostar
que la tele debo apagar
que tan sólo puedo estudiar
quiero salir de vacaciones ya.
Levantarme tarde y poderme desvelar
quiero salir de vacaciones ya
a las pijamadas me van a invitar
quiero salir de vacaciones ya.
Me podré ir a asolear
con mi chavo ir a cenar
al campo con mis papás
quiero salir de vacaciones ya.
Quiero salir de vacaciones ya
quiero salir de vacaciones ya.
Todos los días me parecen igual
quiero salir de vacaciones ya
estoy segura que no voy a reprobar
quiero salir de vacaciones ya.
Los cuadernos a enterrar
la chicharra no escuchar
la tarea un rato olvidar
quiero salir de vacaciones ya.
De la fiesta temprano hay que regresar
quiero salir de vacaciones ya
a la ultima función no me dejan entrar
quiero salir de vacaciones ya.
Que ya me vaya a acostar
que la tele debo apagar
que tan sólo puedo estudiar
quiero salir de vacaciones ya.
Levantarme tarde y poderme desvelar
quiero salir de vacaciones ya
a las pijamadas me van a invitar
quiero salir de vacaciones ya.
Me podré ir a asolear
con mi chavo ir a cenar
al campo con mis papás
quiero salir de vacaciones ya.
Quiero salir de vacaciones ya
quiero salir de vacaciones ya.
FELIZ CUMPLEAÑOS TIGGER
Muchas felicidades en el día de tu cumpleaños, deseo de todo corazón que seas muy feliz y que cumplas muchos más. Me gustaría estar contigo este día pero desde Vetusta te deseo la mayor felicidad en este día y siempre rodeado de tu familia y la gente que más quieres. Espero que ya te hayas recuperado de tanta belleza visual de tu viaje a París y que me cuentes pronto que tal lo pasaste (con documentos en imágen incluidos ¿eh? jajaja)...esas fotitos que rulen pronto. Un beso muy fuerte cumpleañero...Melipoooh.
lunes, mayo 14, 2007
ME ENCANTA LA MOTOWN
Acabo de ver "Dream Girls" y me han entrado unas ganas tremendas de escuchar a las Supremes...
SECRETOS DEL CUERPO ROTO
Marilyn Monroe era de carne y hueso. Se nos olvida porque la muerte la atrapó en pleno esplendor a los 36 años, y la capacidad que tenía en vida para fascinar, enamorar o ser soñada adquirió entonces una dimensión cercana a la de una diosa. Pero Marilyn era tan real que hasta tenía vesícula. Ese órgano de nombre raro, que difícilmente sabríamos situar en nuestro propio cuerpo, también residía entre las sensuales curvas del mito cinematográfico de los años cincuenta. Lo sabemos gracias a Bert Stern, el fotógrafo que la desnudó durante la última sesión de fotos de Marilyn antes de su abrupta muerte por sobredosis de barbitúricos el 5 de agosto de 1962.
título La última sesión (Electa). Pero Stern sabía que tras haberle quitado a Marilyn la ropa con la delicadeza que reflejan sus fotos, se había asegurado un lugar en la historia. "Me fui de allí sabiendo que tenía en mis manos unas imágenes muy especiales. Fotografiar a Marilyn era lo más grande que le podía ocurrir a un fotógrafo. Yo sólo tenía 32 años, estaba en la cima de mi carrera. Las estrellas me buscaban, querían mis fotos. Venía de trabajar con Elizabeth Taylor. Mi contrato con Vogue me permitía un número de páginas al año para hacer lo que quisiera. Y pensé en Marilyn. Todas las mujeres querían aparecer en Vogue, y ella estaba atravesando un momento en su vida y su carrera muy delicado. Por eso me atreví a pedirle que posara. Y supongo que por eso aceptó".
La estrella, que llevaba varios años intentando cambiar su imagen de rubia explosiva y atolondrada por la de actriz seria, acababa de ser despedida de la película de George Cukor Something's got to give. Además se había divorciado de Arthur Miller y su vida amorosa no funcionaba. "Hay gente que vive con una coraza a cuestas, y yo creo que ella era así. En los tres días que trabajamos juntos jamás dejó que esa fragilidad quedara al descubierto. Creo que sólo la cámara fue capaz de atraparla. Una vez, uno de esos biógrafos de Marilyn me dijo que ella marcó mi número la noche de su muerte. Yo nunca recibí esa llamada, no sé si es cierto. Pero si me hubiera llamado, habría corrido a salvarla. ¿Quién no querría salvar a Marilyn?", se pregunta un fotógrafo que, tras llegar a lo más alto, se precipitó al vacío de una vida enloquecida por las drogas.
Y fue precisamente Marilyn quien le devolvió todo. Tras empaquetar sus cosas, subirse a un barco rumbo a España y pasar allí casi un año, regresó a Nueva York a finales de los setenta con los bolsillos vacíos y sin saber qué hacer con su vida. "Una amiga me sugirió que hiciera un libro con las fotos de Marilyn, y en 1982 publiqué en Estados Unidos La última sesión, una pequeña selección de las 2.571 fotos que tomé". Con el adelanto recibido por aquel libro consiguió volver a arrancar. Desde entonces ha publicado varios libros nacidos en aquella sesión bañada en Don Perignon, le piden fotos de Marilyn "casi a diario" y no ha dejado de ganar dinero gracias a ella.
En realidad, Stern no tuvo una sola cita con Marilyn, sino tres. Acudió a la primera pensando que sería la única y sin imaginarse que la desnudaría en aquella suite del hotel Bel-Air, el legendario punto de encuentro de las estrellas de Hollywood. "Yo buscaba una sola foto. Quería hacer algo tan poderoso como el retrato que Edward Steichen le tomó a Greta Garbo en 1928 y que años más tarde sería portada de la revista Life. Quería atraparla a ella, Marilyn en estado puro", recuerda con absoluta nitidez a sus 77 años un hombre que debió de ser muy atractivo.
Marilyn llegó a la habitación con cuatro horas de retraso. "Me hizo feliz verla entrar por la puerta. Primero se miró al espejo, luego vio los fulares semitransparentes y las joyas que yo había traído y me preguntó si quería que posara desnuda. ¡El mito erótico de mi generación, dispuesta a quitarse la ropa delante de mí! Yo buscaba un retrato, no una fotografía de moda, así que insistí en que apenas hubiera maquillaje. Aquello fue creciendo y tomó una fuerza increíble sobre todo gracias a ella. El champán la relajó y pasamos doce horas trabajando sin parar. Creo que si aceptó desnudarse, fue gracias a su peluquero. Le preguntó su opinión, y él contestó: 'Me parece una idea divina'. Le estaré eternamente agradecido".
Cuando Stern habla de Marilyn, sonríe. "¿Qué si estaba enamorado de ella? ¡Claro! Todos los hombres lo estábamos. Era burbujeante, con una belleza limpia, bonita, se salía de la foto".
Cuando la actriz se fue, hacia las cuatro de la madrugada, Stern temblaba al pensar en las imágenes que tenía entre sus manos. "En Vogue gustaron mucho, pero me pidieron que hiciera una segunda sesión con ropa y maquillaje, así que una semana después volvimos a encontrarnos". Esta vez, Stern no pudo contenerse: "La tenía en la cama frente a mí e intenté besarla. Ella se limitó a decir 'no'. Capté el mensaje".
Pasaron un día más juntos y después sólo volvió a hablar con ella una vez por teléfono. "Quería ver las fotos antes de que se publicaran, y aunque Vogue nunca lo permitía, hicimos una excepción y le enviamos los contactos. Le gustaron, pero tachó con marcador naranja las que no quería que se publicaran. Dios sabe lo que vio en ellas. Para mí, todas son belleza en estado puro".
El libro 'Marilyn, la última sesión', del fotógrafo Bert Stern, publicado en España por la editorial Electa, sale a la venta el próximo viernes 25 de mayo.
Seis semanas antes de aquella sesión, concebida para la revista Vogue por el que entonces era uno de los fotógrafos de moda más cotizados de Estados Unidos, el cuerpo de Marilyn era rasgado sin mimo sobre una sala de operaciones que dejaría sobre ella una gruesa cicatriz. "Fea, muy fea, hoy los médicos no harían una brutalidad semejante. Pero? ¿tú crees que a mí me importaba? Marilyn era bella de cualquier forma. Además, fue ella la que me propuso desnudarse". Stern así lo recuerda 45 años después en su caótico apartamento en Nueva York, mientras Marilyn escucha y mira silenciosa desde la pared con el mismo vestido negro con que apareció en la revista Vogue el día después de su muerte.
En realidad, Vogue nunca se atrevió a publicar aquellos desnudos que el año pasado se exhibieron en París y que ahora se verán en forma de libro por primera vez en España bajo el
En realidad, Vogue nunca se atrevió a publicar aquellos desnudos que el año pasado se exhibieron en París y que ahora se verán en forma de libro por primera vez en España bajo el
título La última sesión (Electa). Pero Stern sabía que tras haberle quitado a Marilyn la ropa con la delicadeza que reflejan sus fotos, se había asegurado un lugar en la historia. "Me fui de allí sabiendo que tenía en mis manos unas imágenes muy especiales. Fotografiar a Marilyn era lo más grande que le podía ocurrir a un fotógrafo. Yo sólo tenía 32 años, estaba en la cima de mi carrera. Las estrellas me buscaban, querían mis fotos. Venía de trabajar con Elizabeth Taylor. Mi contrato con Vogue me permitía un número de páginas al año para hacer lo que quisiera. Y pensé en Marilyn. Todas las mujeres querían aparecer en Vogue, y ella estaba atravesando un momento en su vida y su carrera muy delicado. Por eso me atreví a pedirle que posara. Y supongo que por eso aceptó".
La estrella, que llevaba varios años intentando cambiar su imagen de rubia explosiva y atolondrada por la de actriz seria, acababa de ser despedida de la película de George Cukor Something's got to give. Además se había divorciado de Arthur Miller y su vida amorosa no funcionaba. "Hay gente que vive con una coraza a cuestas, y yo creo que ella era así. En los tres días que trabajamos juntos jamás dejó que esa fragilidad quedara al descubierto. Creo que sólo la cámara fue capaz de atraparla. Una vez, uno de esos biógrafos de Marilyn me dijo que ella marcó mi número la noche de su muerte. Yo nunca recibí esa llamada, no sé si es cierto. Pero si me hubiera llamado, habría corrido a salvarla. ¿Quién no querría salvar a Marilyn?", se pregunta un fotógrafo que, tras llegar a lo más alto, se precipitó al vacío de una vida enloquecida por las drogas.
Y fue precisamente Marilyn quien le devolvió todo. Tras empaquetar sus cosas, subirse a un barco rumbo a España y pasar allí casi un año, regresó a Nueva York a finales de los setenta con los bolsillos vacíos y sin saber qué hacer con su vida. "Una amiga me sugirió que hiciera un libro con las fotos de Marilyn, y en 1982 publiqué en Estados Unidos La última sesión, una pequeña selección de las 2.571 fotos que tomé". Con el adelanto recibido por aquel libro consiguió volver a arrancar. Desde entonces ha publicado varios libros nacidos en aquella sesión bañada en Don Perignon, le piden fotos de Marilyn "casi a diario" y no ha dejado de ganar dinero gracias a ella.
En realidad, Stern no tuvo una sola cita con Marilyn, sino tres. Acudió a la primera pensando que sería la única y sin imaginarse que la desnudaría en aquella suite del hotel Bel-Air, el legendario punto de encuentro de las estrellas de Hollywood. "Yo buscaba una sola foto. Quería hacer algo tan poderoso como el retrato que Edward Steichen le tomó a Greta Garbo en 1928 y que años más tarde sería portada de la revista Life. Quería atraparla a ella, Marilyn en estado puro", recuerda con absoluta nitidez a sus 77 años un hombre que debió de ser muy atractivo.
Marilyn llegó a la habitación con cuatro horas de retraso. "Me hizo feliz verla entrar por la puerta. Primero se miró al espejo, luego vio los fulares semitransparentes y las joyas que yo había traído y me preguntó si quería que posara desnuda. ¡El mito erótico de mi generación, dispuesta a quitarse la ropa delante de mí! Yo buscaba un retrato, no una fotografía de moda, así que insistí en que apenas hubiera maquillaje. Aquello fue creciendo y tomó una fuerza increíble sobre todo gracias a ella. El champán la relajó y pasamos doce horas trabajando sin parar. Creo que si aceptó desnudarse, fue gracias a su peluquero. Le preguntó su opinión, y él contestó: 'Me parece una idea divina'. Le estaré eternamente agradecido".
Cuando Stern habla de Marilyn, sonríe. "¿Qué si estaba enamorado de ella? ¡Claro! Todos los hombres lo estábamos. Era burbujeante, con una belleza limpia, bonita, se salía de la foto".
Cuando la actriz se fue, hacia las cuatro de la madrugada, Stern temblaba al pensar en las imágenes que tenía entre sus manos. "En Vogue gustaron mucho, pero me pidieron que hiciera una segunda sesión con ropa y maquillaje, así que una semana después volvimos a encontrarnos". Esta vez, Stern no pudo contenerse: "La tenía en la cama frente a mí e intenté besarla. Ella se limitó a decir 'no'. Capté el mensaje".
Pasaron un día más juntos y después sólo volvió a hablar con ella una vez por teléfono. "Quería ver las fotos antes de que se publicaran, y aunque Vogue nunca lo permitía, hicimos una excepción y le enviamos los contactos. Le gustaron, pero tachó con marcador naranja las que no quería que se publicaran. Dios sabe lo que vio en ellas. Para mí, todas son belleza en estado puro".
El libro 'Marilyn, la última sesión', del fotógrafo Bert Stern, publicado en España por la editorial Electa, sale a la venta el próximo viernes 25 de mayo.
FUENTE: Diario "El País", domingo 13 de mayo de 2007
MARILYN EN ESTADO PURO
Realmente nunca supo qué le pasaba a su cuerpo, por qué de repente un día se le había llenado de tantas curvas mortales. A los 12 años, cuando era sólo una adolescente de Los Ángeles y aún se llamaba Norma Jean Baker, se sorprendía de que los hombres volvieran bruscamente la cabeza a su paso con el peligro de romperse la nuca. A una edad en que cualquier niña apenas reconoce su propia sexualidad, ya se vio cercada por miradas de deseo que trepaban por su cuerpo como babosas: ésos fueron los primeros homenajes y también las primeras heridas que recibió, un hecho misterioso que al mismo tiempo la halagaba y la llenaba de pánico. Entre estos dos embates de admiración y lascivia comenzó Marilyn Monroe a ser zarandeada por la vida hasta la madrugada del 5 de agosto de 1962, en que la criada Eunice Murray la descubrió muerta ?boca abajo, con medio cuerpo fuera de la cama, el teléfono descolgado y un tubo vacío de Nembutal en la mesilla? en su casa de Brentwood.
Mientras el alma de esta chica luchaba con mucha dificultad por abrirse paso hacia el exterior a través de un cuerpo explosivo, todos los hombres que se acercaban a ella a su vez detenían siempre en la superficie su viaje porque unas formas detonantes les impedía ir más allá. Probablemente al interior de Marilyn sólo llegó Joe Di Maggio, y esa hazaña fue debida a la sensibilidad que este campeón de béisbol escondía bajo la aparente rudeza. Por otra parte, Marilyn no guardaba dentro ningún tesoro especial, sino los traumas de una infancia muy breada, siempre de acá para allá entre padrastros y orfelinatos. Hija de un padre desconocido y de una madre esquizofrénica, que tuvo que ser recluida en un psiquiátrico, Marilyn temía que la locura la visitara también a ella un día en medio de la gloria.
En la última sesión de fotos, que en 1962 Bert Stern realizó de la estrella en una suite del hotel Bel-Air de Los Ángeles, el cuerpo más adorado de Norteamérica fue inmolado ante la cámara del fotógrafo dejando a la intemperie su alma lacerada. Atrás quedó una larga historia en que Marilyn había sido sacrificada en el circo a sucesivos leones mucho más carnívoros que los del coliseo romano en tiempos de Nerón.
Aparte de que algún pariente rompiera a la niña mediante violación y que luego ella se dejara devorar por algún tipo de su camada en la oscuridad de un callejón, el cuerpo de Marilyn comenzó a ser oficialmente majado, batido y molturado a los 16 años por un vecino, soldado de la Marina, Jim Dougherty, que sería su primer marido, del que se divorciaría en Reno al año siguiente. Después fue ofrecida al consumo de camioneros con su desnudo de calendario y declarada "conejita del mes" por la revista Playboy. Por su piel pasaron, sin dejar huella todavía, actores y directores de cine: Elia Kazan, el inevitable Sinatra, el galán Yves Montand?, hasta terminar como una muñeca rubia a punto de romperse de un Kennedy a otro.
Realmente sólo se la vio enamorada del intelectual Arthur Miller, quien la exhibió en Nueva York como un trofeo de caza mayor. Él le impartía desde las alturas de la inteligencia una sonrisa complaciente y conmiserativa. Ella le correspondía desde abajo con una mirada bizca de admiración. Cuando este dramaturgo escribió para la actriz una historia de caballos salvajes, que se llamó Vidas rebeldes, los tres protagonistas de la película ya estaban a punto de estallar. A Clark Gable, el galán de la sonrisa de bigotillo y las orejas desabrochadas, fue el primero al que se le reventó el corazón. A continuación, el neurótico Montgomery Clift, que ya no era nadie después de haberse partido la cara en un accidente de coche, atiborrado de drogas hasta las cejas, bajó definitivamente los brazos y se fue hacia las tinieblas de la eternidad. Durante el rodaje, Marilyn aparecía muy macerada. Tenía una mirada desvalida y parecía dispuesta a entregarse también a un destino aciago. Había pasado el tiempo de esplendor en que el lunar situado en su mejilla izquierda, a una distancia perfecta de la comisura de los labios, era el punto sobre el que giraba todo el universo de la fascinación. No obstante, quebradiza dentro de aquel jersey de punto gordo, estaba más seductora que nunca.
Cuando al final del camino el cuerpo de Marilyn ya no impedía llegar a su alma, el fotógrafo Bert Stern y la revista Vogue trataron de convencer a la estrella para que se sometiera a una sesión. Su manager les llamó con la noticia de que la estrella aceptaba. Sin salir todavía de su asombro, Bert Stern apostó muy fuerte. Le propuso fotografiarla en estado puro, desnuda, sin maquillaje, sólo con un toque de rojo en los labios.
-Entiendo. Se trata de un trabajo creativo, ¿no es eso? ?exclamó Marilyn con ironía.
-Eso es -contestó el fotógrafo.
-Acabo de operarme de la vesícula hace poco más de un mes. Espero que no se me verá la cicatriz.
-Descuida. La vamos a ocultar.
Fue el más humano de sus caprichos. El fotógrafo Bert Stern comenzó a sacrificar su cuerpo con 2.571 disparos de Hasselblad y a abrasarlo con fogonazos de magnesio hasta extraer todo el desamparo que llevaba dentro, con la espléndida belleza madura a punto de ajarse. En la misma sesión, Marilyn también posó vestida de negro. Fue el único trabajo que Vogue se atrevió a publicar. El número de la revista salió a los quioscos días después de la muerte de Marilyn. El auricular del teléfono descolgado se balanceaba al pie de la cama con el pitido de una llamada sin respuesta.
La cicatriz en forma de queloides que divide el vientre de Marilyn, lejos de romper el mito, es todo un homenaje a la humanidad. Entre ese costurón y el lunar por encima del labio está la historia de la mujer más deseada del mundo. Fotografiar a Marilyn era como fotografiar la luz. Joyas, champaña, soledad. En este álbum de fotos, al desnudo de Marilyn se le ha evaporado el Chanel nº 5, que era el único pijama con que dormía. Ahora aquel perfume sólo es su alma derrotada, bellísima.
En la última sesión de fotos, que en 1962 Bert Stern realizó de la estrella en una suite del hotel Bel-Air de Los Ángeles, el cuerpo más adorado de Norteamérica fue inmolado ante la cámara del fotógrafo dejando a la intemperie su alma lacerada. Atrás quedó una larga historia en que Marilyn había sido sacrificada en el circo a sucesivos leones mucho más carnívoros que los del coliseo romano en tiempos de Nerón.
Aparte de que algún pariente rompiera a la niña mediante violación y que luego ella se dejara devorar por algún tipo de su camada en la oscuridad de un callejón, el cuerpo de Marilyn comenzó a ser oficialmente majado, batido y molturado a los 16 años por un vecino, soldado de la Marina, Jim Dougherty, que sería su primer marido, del que se divorciaría en Reno al año siguiente. Después fue ofrecida al consumo de camioneros con su desnudo de calendario y declarada "conejita del mes" por la revista Playboy. Por su piel pasaron, sin dejar huella todavía, actores y directores de cine: Elia Kazan, el inevitable Sinatra, el galán Yves Montand?, hasta terminar como una muñeca rubia a punto de romperse de un Kennedy a otro.
Realmente sólo se la vio enamorada del intelectual Arthur Miller, quien la exhibió en Nueva York como un trofeo de caza mayor. Él le impartía desde las alturas de la inteligencia una sonrisa complaciente y conmiserativa. Ella le correspondía desde abajo con una mirada bizca de admiración. Cuando este dramaturgo escribió para la actriz una historia de caballos salvajes, que se llamó Vidas rebeldes, los tres protagonistas de la película ya estaban a punto de estallar. A Clark Gable, el galán de la sonrisa de bigotillo y las orejas desabrochadas, fue el primero al que se le reventó el corazón. A continuación, el neurótico Montgomery Clift, que ya no era nadie después de haberse partido la cara en un accidente de coche, atiborrado de drogas hasta las cejas, bajó definitivamente los brazos y se fue hacia las tinieblas de la eternidad. Durante el rodaje, Marilyn aparecía muy macerada. Tenía una mirada desvalida y parecía dispuesta a entregarse también a un destino aciago. Había pasado el tiempo de esplendor en que el lunar situado en su mejilla izquierda, a una distancia perfecta de la comisura de los labios, era el punto sobre el que giraba todo el universo de la fascinación. No obstante, quebradiza dentro de aquel jersey de punto gordo, estaba más seductora que nunca.
Cuando al final del camino el cuerpo de Marilyn ya no impedía llegar a su alma, el fotógrafo Bert Stern y la revista Vogue trataron de convencer a la estrella para que se sometiera a una sesión. Su manager les llamó con la noticia de que la estrella aceptaba. Sin salir todavía de su asombro, Bert Stern apostó muy fuerte. Le propuso fotografiarla en estado puro, desnuda, sin maquillaje, sólo con un toque de rojo en los labios.
-Entiendo. Se trata de un trabajo creativo, ¿no es eso? ?exclamó Marilyn con ironía.
-Eso es -contestó el fotógrafo.
-Acabo de operarme de la vesícula hace poco más de un mes. Espero que no se me verá la cicatriz.
-Descuida. La vamos a ocultar.
Fue el más humano de sus caprichos. El fotógrafo Bert Stern comenzó a sacrificar su cuerpo con 2.571 disparos de Hasselblad y a abrasarlo con fogonazos de magnesio hasta extraer todo el desamparo que llevaba dentro, con la espléndida belleza madura a punto de ajarse. En la misma sesión, Marilyn también posó vestida de negro. Fue el único trabajo que Vogue se atrevió a publicar. El número de la revista salió a los quioscos días después de la muerte de Marilyn. El auricular del teléfono descolgado se balanceaba al pie de la cama con el pitido de una llamada sin respuesta.
La cicatriz en forma de queloides que divide el vientre de Marilyn, lejos de romper el mito, es todo un homenaje a la humanidad. Entre ese costurón y el lunar por encima del labio está la historia de la mujer más deseada del mundo. Fotografiar a Marilyn era como fotografiar la luz. Joyas, champaña, soledad. En este álbum de fotos, al desnudo de Marilyn se le ha evaporado el Chanel nº 5, que era el único pijama con que dormía. Ahora aquel perfume sólo es su alma derrotada, bellísima.
Puedes ver algunas de estas fotografías en "Marilyn en estado Puro".
FUENTE: Diario "El País", domingo 13 de mayo de 2007
sábado, mayo 12, 2007
CABARET EN EL FILARMONICA
El pasado 3 de mayo se celebró en el Teatro Filarmónica de Oviedo el espectáculo musical "Una mañana...(un viaxe sonoru a la patria de les palabres)", escrito por Adolfo Camilo Díaz y dirigido por Laura Iglesias dentro del programa de la Selmana de les Lletres Asturianes. La obra mezclaba elementos teatrales, narrativos y audiovisuales y rendía homenaje a treinta años de narrativa asturiana. Un pianista, un violonchelista, un clarinete y tres cantantes (lírico, folk y pop-rock) pusieron música y voz a los textos de los escritores más representativos en asturiano. Me pareció un cabaret muy emotivo y lleno de ternura, que pena que sólo se represente una sóla vez.
GREASE: REFILMAGEM
He encontrado otro vídeo de chic@s imitando una escena de "Grease" y me ha parecido que está muy logrado. Quiero ser "Sandra Dee" por un día...¿encontraré también a mi Danny Zucko?.
LA TENTACION VIVE ARRIBA
Título Original: The Seven Year Itch, 1955, EE.UU.
Dirección: Billy Wilder
Intérpretes: Tom Ewell, Sonny Tufts, Robert Strauss, Oskar Homolka, Marilyn Monroe, Evelyn Keyes
Duración: 1 hora 45 minutos
"La Tentación Vive Arriba" es una comedia muy divertida basada en la obra teatral del director George Axelroad, que también colaboró en el guión de la película. Rodada en Nueva York en 1955, una rubia preciosa y algo tontuela se convierte en objeto de las fantasías de su vecino, el editor Richard Sherman cuando su familia se marcha de vacaciones veraniegas y él se queda sólo en casa. La temperatura es doble para él: además de la producida por la típica de la estación, no puede dejar de pensar en la chica despampanante que vive unos pisos más arriba.
Esta película contiene una de las escenas más famosas y respresentativas del cine, esa en la que Marilyn Monroe pasa por encima de unas rejas de ventilación en la calle, y el aire expulsado hacia arriba levanta su vestido blanco. Esta archiconocida escena fue rodada dos veces: la primera toma fue en la Avenida Lexington de Manhattan, en la calle 52. La segunda se hizo en un estudio. La escena que aparece en la película es la de esta segunda toma, ya que la primera toma fue inservible debido a la muchedumbre excitada que presenciaba la grabación.
Aunque usada en ediciones posteriores de la película, las escenas en las que el vestido de Marilyn soplaba claramente por encima de su cintura fueron borradas por las autoridades de la época por considerarlas inapropiadas. Esta escena sin duda, ha quedado impregnada en toda memoria cinéfila que se precie.
Dirección: Billy Wilder
Intérpretes: Tom Ewell, Sonny Tufts, Robert Strauss, Oskar Homolka, Marilyn Monroe, Evelyn Keyes
Duración: 1 hora 45 minutos
"La Tentación Vive Arriba" es una comedia muy divertida basada en la obra teatral del director George Axelroad, que también colaboró en el guión de la película. Rodada en Nueva York en 1955, una rubia preciosa y algo tontuela se convierte en objeto de las fantasías de su vecino, el editor Richard Sherman cuando su familia se marcha de vacaciones veraniegas y él se queda sólo en casa. La temperatura es doble para él: además de la producida por la típica de la estación, no puede dejar de pensar en la chica despampanante que vive unos pisos más arriba.
Esta película contiene una de las escenas más famosas y respresentativas del cine, esa en la que Marilyn Monroe pasa por encima de unas rejas de ventilación en la calle, y el aire expulsado hacia arriba levanta su vestido blanco. Esta archiconocida escena fue rodada dos veces: la primera toma fue en la Avenida Lexington de Manhattan, en la calle 52. La segunda se hizo en un estudio. La escena que aparece en la película es la de esta segunda toma, ya que la primera toma fue inservible debido a la muchedumbre excitada que presenciaba la grabación.
Aunque usada en ediciones posteriores de la película, las escenas en las que el vestido de Marilyn soplaba claramente por encima de su cintura fueron borradas por las autoridades de la época por considerarlas inapropiadas. Esta escena sin duda, ha quedado impregnada en toda memoria cinéfila que se precie.
BABY IT'S YOU
It's not the way you smile that touched my heart.
It's not the way you kissed that tears me apart.
Many, many, many nights go by.
I sit alone at home and cry over you.
What can I do?
Don't want nobody, nobody
Cause, baby, it's you.
Baby, it's you.
Is it true what they say about you?
They say you'll never, ever, never be true.
It doesn't matter what they say.
I know I'm gonna love you any old way.
What can I do?
What 'bout you?
Don't want nobody, nobody.
Baby, it's you.
Baby, it's you.
Baby.
It doesn't matter what they say.
I know I'm gonna love any old way.
What can I do?
What 'bout you?
Don't want nobody, nobody.
Baby, it's you.
Baby, it's you.
Don't leave me alone.
Come on home.
Baby, it's you.
Baby, it's you.
You know I need your lovin'
You know I love you.
Baby, it's you.
Baby...
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