
El domingo pasado mi chico y yo nos dirigimos a los cines para ver una peli, pero...llegamos tarde a la sesión que nos vendría bien y la siguiente era demasiado tarde, así que decidimos hacer algo diferente, tarde de frío y aburrimiento, mmm ¿Vamos al Bingo?, jajaja, ¿qué dices? Pero como vamos a ir a un Bingo, si eso es para viejas, si allí sólo hay ludópatas, que si además creo que es todo mentira...venga que sí, que hoy es tarde de Bingo :P risas...
Llegamos al Bingo, entregamos la identificación a la entrada, un salón medio subterráneo dividido en fumadores y no fumadores (estás más quemado que el cenicero de un Bingo, ahora lo entiendo)...y viene una chica que nos ofrece unos cartones llenos de números.
Tomo asiento, - oye ¿tú sabes cómo va, verdad?-, vas tachando y si haces línea dices línea, después se canta el Bingo cuando tienes todos los números que aparecen en este cartoncillo.
- Sí, hombre si he jugado con mi familia muchas nochebuenas, tú tranquilo...pero la línea...¿se canta una sóla vez, verdad?. Ja,ja, ja es broma...
Una voz femenina empieza a cantar el 8, el 47, el 12, el 76 siete, seis...y yo venga a tachar...el 3, el 82, el 35...tacho, tacho...mare, mareee que emoción...el 29, el 72, siete, dos...
¡BINGO! dice una voz tímida y que casi no se oye en medio de la sala...de repente un monolito en la mesa y una bandeja con casi 80 €urillos.
- ¡ Qué suert tiene mi niña!, la primera vez que viene al Bingo, su primer cartón y gana...si esto estaba trucado decías ¿no?.











4º) Echo mucho de menos el mar: Aunque vivo en Oviedo desde los siete años nací en Santander, de vez en cuando necesito ver el mar. Me encanta mirar el horizonte, oler el salitre, escuchar las olas...cuando estoy bajuca suelo ir a Gijón, sentarme en el cerro de Santa Catalina y mirar el mar...tan grande, tan azul, tan tranquilizador. Es mi mejor relajante.


