Desde que era una adolescente,mi amiga Miriam y yo hacíamos listas, dibujos, gráficas sobre nuestros sentimientos (ahora, dirían que es un brainstorming de esos). En esos dibujos aparecían diferentes elementos que nos representaban a nosotras mismas y a los que nos rodeaban, por ejemplo, yo era una flor, el sol la felicidad y había diferentes circunstancias que me impedían alcanzar el sol, había árboles, moscas, nubes, relámpagos...y esos eran los problemas (exámenes, problemas familiares, desamores...). El caso es que cuando terminábamos de hacer aquellos dibujos, nos sentíamos mejor, era una buena forma de darnos ánimos, y de decirnos yo el sol lo alcanzo, porque no voy a dejar que la nube me lo impida, y porque además hay muchas cosas positivas, como la mariquita, la mariposa, que son amig@s, familiares y gente que nos quiera. A mí particularmente, me hacían sentirme mucho mejor, valorar más las cosas, reflexionar, pero sobre todo me ayudaban a desahogarme y a pensar, pensaba mucho.
A lo largo de mi vida, he utilizado en muchas ocasiones el método de la lista de pros y contras para valorar y decidir algo, y también me ha resultado terapéutico y esclarecedor, sí lo sé que hay veces que no se puede arreglar el mundo pintando una flor, pero la lista de pros y contras siempre hace aclarar ideas, es ponerse y van surgiendo unas con otras, puede que termines más confuso que cuando empezaste, pero siempre valoras cosas que van saliendo de otras.
Este lunes, mi pareja dijo: voy a hacer una lista de mis defectos y virtudes...y aquel papel se empezó a llenar por ambas caras de pros y contras de sí mismo. Me pareció un acto de valentía, de querer conocerse a uno mismo, de valorarse, qué se puede cambiar, qué se puede mejorar, qué he cambiado ya, dónde me encuentro y en realidad abrirte a ti mismo que es en realidad muy difícil. A mí me daba un poco de miedo encontrarme conmigo misma, pero me apeteció abrirme a mí misma, buscar que había en mí y comentarme que cosas me gustan de mí y cuáles no. Para hacer esta lista, al principio cada uno habló por sí, después cada uno aportó tanto en lo bueno y en lo malo cosas...yo me sentí muy bien cuando terminé, aunque también descubrí que hay muchas cosas malas de mí misma que puedo cambiar y mejorar. Ya veis para lo que da de sí un folio...de esta forma te ahorras mucho en psicólogos (jajaja), os lo aconsejo, es un trabajo interior con vosotros mismos, es abrirte la puerta a tu corazón.
3 comentarios:
A veces es más difícil enfrentarse a uno mismo que a los demás.
Yo la haría... pero por algún motivo tiendo a no verme ninguna virtud. Se me da genial echarme por tierra. No sé... Lo mismo es una de "mis virtudes". No todo el mundo sabe hacerlo :P. El caso es que fijo que no voy a encontrar na bueno y me voy a deprimir... Así que mejor paso.
Me alegra que a ti te haya servido :)
Molaria ver ahora aquellos pedazo de dibujos que hacíamos... :-)
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