El viernes teníamos prevista nuestra llegada mucho antes, pero al final llegamos a la capital sobre las 12 de la noche, bastante cansados y estresados porque entrar en Madrid con su vorágine de 4 carriles con coches adelantándose a diestro y siniestro nos indicaba que entrábamos en una gran urbe. Miri ya estaba ahí esperándonos para ir en busca de aparcamiento, y tuvimos mucha suerte que encontramos en un parque justo al lado de su piso. Al llegar a su casa, entrega del material de bienvenida, nuestra gran anfitriona había preparado amenities para él y para ella, así como zapatillas para ambos...Tiene que pasarme la encuesta de satisfacción, porque esto fue un puntazo, la cadena Miri Hoteles es de 5*. Nos enseñó su casa, que tiene una situación privilegiada, un piso muy amplio con salón Xl y lo mejor la ampliz terraza donde me encantó desayunar y las vistas que invitaban a relajarse del ritmo frenético de una ciudad que nunca duerme. Tras la cena y una agradable conversación nos fuimos a dormir, porque enseguida empezaría nuestra aventura.
Al día siguiente descansamos muy bien, y salimos a pasear por el centro de la ciudad, llegamos hasta Gran Vía, Puerta del Sol, Plaza Mayor y luego hasta el barrio de la Latina donde paramos a repostar con una cañita fresca. Para comer, escogimos "El Cosaco" un restaurante ruso que me pareció precioso, con una cubertería y decoración muy cuidada, la comida riquisíma y un buen servicio. Miri, ya hizo la crónica de esta visita en su blog, así que animaros a leerla aquí.
Seguimos la tarde paseando, tengo que decir que no estoy acostumbrada a patear, nada más salir de casa ya tenía un boquete de ampolla en el pie...que gasté una caja de Compeed en menos de tres días, pero mereció la pena las pateadas, bajamos hasta Príncipe Pío, vimos preparadas las bombillas de colores para la Noche en Blanco que fue justo ese día. Luego tomamos un café en el Starsbucks Café del centro comercial de Príncipe Pío, aquí no hay esa cadena, así que alucinamos al pedir un par de cafés y un té: con cuánta leche, de que tamaño, con vainilla...¿me deja su nombre?, y luego por el micro me llamaron para recoger el pedido: "Meli"...me hizo una gracia.
Por la noche fuimos a cambiarnos y a cenar a casa. Nos acercamos a un espectáculo de un mago ilusionista, que la verdad ni fú ni fá, peke y yo ya estábamos que reventábamos de cansancio, así que nos retiramos para casa mientras Miri continuó con su Noche en Blanco. Poco después de llegar a casa, sentimos entrar a alguien, nos levantamos y resultó ser uno de los compañeros de piso de Miri: Raúl que es actor, productor, editor, "hombre todo en uno", divertido, genial, encantador, aquí hay algunas cosas que ha hecho, no os lo perdáis porque es GENIAL con todas las letras . Nos pusimos a hablar con él y nos dieron las seis de la mañana, entonces llegó Miri, nos contó su noche en blanco, seguimos charlando, llegó otro amigo de Raúl, se pusieron a "hacer la cena" a las 7 de la mañana, pasta al pesto, total que nos acostamos viendo un precioso amanecer desde la terraza y con agradables conversaciones.
Al día siguiente, y bastante muertitos seguimos nuestra visita por Madrid, estuvimos toda la tarde en Fuencarral, y aquí llegó un momento genial para mí...en una de esas bocas dónde sale aire, Miri me sacó un montón de fotos a lo Marilyn Monroe en "La tentación vive arriba", tengo un reportaje precioso en el que me veo feliz, porque estuve en mi salsa, me reí un montón...fue como cumplir un sueño, una experiencia para repetir. Después del momento Melilyn, seguimos explorando el barrio de Fuencarral, y encontré el chollo del viaje, unas botas Mustang a mitad de precio, yo feliz como una perdia, 20.30 horas de un domingo comprándome unas botas a mitad de precio!!. Después de un café, en un sitio que para nada recuerdo el nombre pero que estuvo genial, nos fuimos a cenar a un sitio especial, diferente y original, se trata del Restaurante / COffee/ Chill Out Jhambala, el sitio es un restaurante no muy grande con tres ambientes diferentes: restaurante, salón de té y zona lounge. Tranquilo y acogedor, con mesas negras y manteles verdes pistachos, me sentía como uno de los personajes de "Sexo en Nueva York" en un sitio tan cool. Miri tomó rollitos de lenguado en armonía de colores y sabores, mientras que nosotros nos decantamos por Bacalao a la nata en pasta crujiente. Sin duda, lo mejor de la noche llegó en el postre, cuando pasamos a la zona lounge, donde tienen camas estilo balinesas llenas de cojines, una mesita dentro para tomar el postre, un té o café, una copa o fumar shishas árabes. Nosotros nos decantamos por batidos de vainilla y mandarina, me sentí tan agusto allí tumbada, no paraba de repetir que estos descubrimientos son los que me hacen sentirme viva. Me pareció un sitio muy romántico y especial. Bien, nuestra noche todavía no había finalizado, nos fuimos a "tomar la última" al café Pepe Botella situado en el corazón del barrio de Malasaña. Se trata de un café bohemio que tiene el encanto especial de los sitios de toda la vida.
Nuestro último día en Madrid consistió en una visita al barrio de Fuencarral en profundidad, pasando antes por Popland donde revivimos nuestra más tierna infancia contemplando un montón de adornos inservibles de nuestros ídolos infantiles. La siguiente parada fue la tienda de seguda mano "El Templo de Susu" donde mi chico, se convirtió en MI CHICO con una cazadora de cuero negra y una gorra con estilo que cuando se las pone es el "Aique que siempre ví en él".
En esta zona hay un montón de tiendas chulas, eso sí se lleva el premio gordo el que yo denomino como "Mercado de los Frikis", con su cartel a la entrada de un tío que exclama: "Odio los centros comerciales", se trada del Mercado de Fuencarral, con tiendas originales repletas de ropa indepediente, original y "distinta". Incluso había dos tiendas que tenían ropa estilo años 50 y rockabilly, eso sí, una de ellas con preciso muy por encima de lo que valen en la página web donde la venden: http://www.bettiepageclothing.com/
Ya se nos hacía la hora de comer, así que nos dirigimos al sitio dónde habíamos quedado. Se trataba de un local de comida americana y decoración años 50 que Aique había encontrado en un folleto publicitario, era "La pequeña Betty", que también es sala de conciertos y que seguro que a mí me hubiese encantado si no fuera porque los lunes descansaba y el panfleto por el contrario, especificaba que los domingos. Pero como Miri siempre tiene geniales soluciones, nos llevó a comer a un sitio, de nuevo, estupendo. Se trata de "La Gloria de Montera", al ladito de la Gran Vía. Según nos explicó Miri, los estudiantes de hostelería hacen las prácticas en diferentes restaurantes entre los que se encuentra este. El menú del día por 9€ fue estupendo, la comida era elaborada pero casera, y el servicio muy rápido. Por dentro, el decorado era bonito, jamás hubiese entrado sino fuese por mi amiga, porque desde fuera parecía carisímo, pero no, calidad a buen precio. (Miri: si entráis en la web, puedes ver justo la mesa en la que nos sentamos.)
Aquí terminó nuestro gran fin de semana, lleno de recuerdos, sitios bonitos y experiencias inolvidables, gracias Miri por ser tan buena anfitriona, ya estamos deseando volver, ¡te echamos de menos!.
5 comentarios:
Volved pronto, por favor por favoooor!!
Pedazo de supermegapost :D jajaja. Pa que después os quejeis de los míos... :D
A nosotros nos quedó muuuuuucho por ver en Madrid. No obstante, creo que vimos bastantes cosas. Pal tiempo que estuvimos tampoco podíamos pedir más. Y sí, hija mía, yo también acabé molida. Qué dolor de pies, de espalda, de tripa (sí es que la del anuncio de compresas lleva razón y va a ser que tu menstruación no se pierde ninguno de tus viajes...) así que te podrás imaginar las ganas de patearme Madrid que tenía yo en algunos momentos... Y encima con semejante tiempo de perros que nos pilló... pero bueno... La verdad es que me gustó y me lo pasé muy bien.
He empezado a hacer un video con las fotos de Madrid. Si algún día lo acabo, lo subiré. Tendré que quitar las fotos en las que se nos ve o, en su defecto, editarlas... Así que me llevará tiempo.
Besos
Que con el supermegacomentario que te he dejao antes :P, se me ha olvidao decirte que la foto a lo Marilyn mola un rato largo. Y la otra de las camas también. Pa la próxima una sonrisilla que sales mu seria :D
Aquí descubrimos un pub gracias a la médico que está muy chulo. Le llamamos "el de las camas". Y está muy guay, nunca habíamos reparado en él. Pa empezar porque una no es muy nocturna que digamos y también porque pese a que está en el paseo marítimo pasa un poco desapercibido. Tienes que bajar unas escaleras. Pero está decorado en plan rústico, con mesas bajas de madera y camas con cortinitas blancas medio transparentosas. Y os podéis sentar o tirar allí en las camas los 5 o 6 que vayais tranquilamente poniendo los pies si os da la gana y todo, que la camarera lleva las copas en una bandeja de madera la mar de mona xD. Sólo hemos ido dos veces. La primera el día que nos llevó la médico. Era por la tarde y llevábamos nuestras pintas de playa. Y como era la primera vez que veíamos las camas no sabíamos si nos podíamos tumbar así alegremente ahí. Así que nos sentamos en una de las mesitas bajas. Y después volvimos cuando bajaron la niña y el niño de la ventana. Ahí sí que fuimos de noche pero de nuevo no pudimos probar las camas porque estaban petadas esta vez. Pero la verdad es que el sitio es chulo.
Y bueno, aquí han puesto un sitio parecido en la terraza del latinos. También muy guay con sus camas y sus cortinillas. Eso sí, por tomarte lo que sea ahí lo pagas con creces. Pero al aire libre y así decorado se está de lujo.
Yo: me gusta salir así en las fotos, no me gusta sonreír porque entonces se me ve toda la piñata...es una costumbre, jajaja, pero lo tendré en cuenta. No obstante, en todas las fotos a lo Melilyn que tengo, salgo riéndome, en todas muy feliz, ya te pasaré alguna más para que la veas.
El Jhambala sólo tenía tres camas, pero como hicimos reserva, tuvimos suerte y al acabar de comer teníamos una cama para nosotros tres solitos, además no fue nada caro para lo especial que era el sitio. Cuando vuelva a Cádiz, tengo que pasarme por esos sitios, ¡qué no se me olvide!.
Hombre, ya como veas. Si no te gusta sonreir en las fotos no sonrias. A mí tampoco me gusta mucho hacerlo, porque se me encogen tela los ojillos y parezco medio china en las fotos xD. Pero eso es sólo cuando me río a lo basto. Así que ahora tengo cuidao con cómo sonrío y listo :P
También me llevé una época que no me gustaba nada sonreir en las fotos. Así que lo entiendo. Ahora ya me da igual. Es más, procuro ponerme en las fotos sin más o "posando" (en realidad no es posando, pero éstos se cachondean conmigo y la médico porque dice que nos hacemos fotos en plan posturas, de hecho ya hasta les hemos contagiado y les he hecho algunas fotos que ellos llaman "de catálogo de cortefiel") porque como estoy con las coñas haciendo el panoli o de postureo, salgo toda descojonada y más natural.
Yo te veo muy natural y feliz en la de Melilyn. Se nota que te lo estabas pasando en grande con tu sesión de fotos xD. A eso me refería con las fotos haciendo el panoli o de postureo. Que estás ahí a tu puñetera bola haciendo lo que te da la gana, sin importarte la cámara ni el salir bien ni leches. Y precisamente como descuidas eso, sales mejor.
Apunta por ahí: el de las camas en Cádiz creo que se llama Arsénico Manila y el de aquí es dentro del Latinos, en la terraza. Que lo han puesto como independiente de la parte de dentro. El chico que lo lleva es uno que salía en la casa de tu vida (yo ni lo conocí ha perdido un montón de kilos, me lo dijo Amy que no se le va una) creo que se llamaba David... Ese año ganaron el concurso.
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