sábado, enero 24, 2009

PRIMADA



En mi familia somos mucho de reunirnos, de hacer comidas y juntarnos tod@s. Desde que trabajo me es muy, muy difícil poder reunirme con ellos tanto como me gustaría, estas navidades no pude pasar la nochebuena en Santander, pero si que pasé unos días en navidad antes de la nochevieja. Y como no podía ser de otra manera, nos juntamos las primas (bueno hay un chico, mi hermano), para comer...y trajimos por supuesto a nuestra güelita, porque le encanta vernos a todos juntos, y decirnos lo que hemos crecido, lo guapos que estamos e interrogarnos sobre cómo nos van las cosas...jajajaja, es una abuela genial. Soy la mayor de cuatro primas por parte de padre, y de dos primos por parte de madre...y veo que ya va pasando el tiempo y que vamos todos creciendo, encontrando nuestro camino. Sin embargo, nos encanta recordar cuando estamos juntos, todas las historietas que hemos vivido: jugando a sandwich en la casa de mis abuelos, mi prima Nieves se rompió un brazo y la armamos.

NOTA: Sandwich es tumbarse boca abajo en una cama, tumbándonos unos encima de otros, y luego el que esté abajo tiene que tirar a todos los demás, y el que se pone abajo del todo va cambiando en cada partida, imaginaos el peso de 5 chiquillas encima de ti...pero es realmente divertido.


Recordamos también un día en el que nos juntamos para una comida familiar, y mis primas las pequeñas tiraron por la ventana dos docenas de huevo que tenía mi abuela en el balcón...encima nos riñeron a los mayores por no haberles vigilado...


Con mi prima Deva he jugado durante horas, le encantaba bañarse conmigo y jugar a los Polly Pocket, cuando nació su hermana y la cogía en brazos porque era un bebé, me decía: deja eso ahí que ya lo has tenido mucho tiempo.


Mi prima Patricia me llamaba tía cuando empezó a hablar, y nada más verme saltaba de los brazos de su madre porque quería jugar conmigo, le daba de comer, la vestía, y cuando empezó a andar y la iba a vestir echaba a correr porque no quería, me costaba una vida cogerla para vestirla...además la llevábamos en el coche en la sillita, y le poníamos el chupo al revés para hacerle rabias, y ella ni se inmutaba, le daba la vuelta sin sacarlo de la boca. Aún recuerdo cuando su madre le tiró el chupete ya viejo y le compró otro igual (mismo modelo, mismo color), pero claro no era igual porque estaba nuevo, y empezó a llorar, y a llorar, y hubo que recuperar el chupete de la basura, hervirlo y volvérselo a dar.


Con mi prima Nieves, la mayor, he jugado un montón en su pueblo a cocinitas, con tierra y agua hacíamos sopas a las que luego las añadíamos hojas que eran perejil. Teníamos ropa igual, sólo que ella rosa y yo azul, nos traían lo mismo los reyes: esa pedazo de caravana de la Barbie...


Con Celia también tengo una relación genial, además como todavía es la más peque, es la que más mimos y abrazos se lleva, recuerdo las veces que la he llevado al cine, y cuando la fui a ver bailar ballet y danza moderna.

Muy buenos recuerdos de estas chicas que están creciendo, estudiando, y a las que quiero con todo mi corazón. VIVAN MIS PRIMISSS.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo, qué suerte tienes. Yo nunca tuve esa sensación de familia, y menos con mis primos. Tengo nada menos que 19 (mis padres tienen 4 hermanos cada uno) y de esos 19, 14 viven lejos, desperdigados por el mundo (Chile, Israel, Argentina, Barcelona, Canarias, Australia). A 7 no los he visto nunca en persona y hay una que ni siquiera sé como se llama. Con lo que lo de reunirnos está bastante difícil. La ventaja es que tengo muchos sitios para ir de viaje y tener alojamiento.
Eso sí, con mi prima de aquí, que sólo es un año menor que yo, compartí toda mi infancia y adolescencia, íbamos siempre juntas a todas partes y todavía ahora quedamos de vez en cuando para jugar un torneo de trivial o de la play y contarnos cotilleos sobre gente que no vemos hace mucho.

Yo dijo...

Oye qué primas más guapas que tienes ¿no?

Cube, no te quejes... Yo, directamente no tengo primos... jajajaja. Está la cosa fatal de primos en mi casa...

Anónimo dijo...

Yo eso solo lo hago ahora en navidades. Es lo que tiene el hecho de vivir fuera de casa. Pero cuando nos reunimos, nos lo pasamos pipa! Viva la familia!